Des-pro-vistos.

En el centro de todo (lo palpable) hay un espacio diminuto,
donde la soledad se acontece entre algas.
Vivo, pierdo.
Revivo, pierdo.
Detrás de esta cortina, hay dos esferas brillantes,
una encuentra a la otra indiferente.
El espacio entre tus cejas me crece.
Una y otra vez, durante tan poco.
Y una y otra vez, se aferrarán al tiempo.
Reviso mis cuentas, las de siempre.
Analizo las figuras alrededor, las mismas, estáticas.
Sólo tú te diriges de un lado a otro dentro del espacio diminuto,
y no hay aire.
Valor: se adquiere en galeones, cuesta caro. No dura.
Sudor: Sobra y se escribe de la misma forma cada vez.
Histeria: no existe.
Calor: a cada paso, acrecentado. Despiadado.
Sueño: regresivo, escaso. Líquido.
Ansiedad.
Qué vil, qué estratégico!. La historia nunca se repite, sólo insiste
de mil formas, con mil aromas, abanicando su despiadada postura.
Admiro el descaro de ese pensamiento frío y sentencioso que imprime ternura en el aire a tu alrededor.
Y voy más allá de lo fugaz, lo que sucede y ya. Lo que no vuelve y lo que tal vez no venga nunca.
Sin consuelo, porque no hay batalla. No entre nos. El espacio diminuto se expande a cada segundo. Sin ocasiones. Sin egos.
No leo entre líneas dispares desde hace mucho más de la cuenta.
Permíteme reclamar en justificación, no sé leerte.
Permíteme disculparme, no sé juzgarte.
Permíteme una guerra en alta mar, con frases rebuscadas y cuentos fatales. Rebosados todos los presentes en el salitre más terminal.
Y déjame aclarar, quien quiera que seas: Te dibujo en puntos suspensivos, para no perderme en el silencio. Con calma, siempre con calma.
Miento: Con ansias.
Pero a cada paso un nombre nuevo, a cada segundo un espacio milimetralmente más amplio.
Menos mar abierto, más aire.
Y mi motivo nunca será exacto, pero jamás será errado.
Agradecer queda entre manos y gestos ausentes. Entre más silencios, que seguiré coleccionando a cuenta gotas. Tú presente y yo observo tranquila, soslayada. Vil, de igual forma.
Páginas y más páginas a contraluz.
Más libros, más frases, más música, más olor a isla desierta.
Una nueva ronda. Tú.

 

Julio.2010